sábado, 14 de agosto de 2010

VIOLAR A UNA MUJER.

Me río para no morir. La gente que se ríe, después de haber cometido una violación, a una mujer, se ríe para no morir. Pero ya es tarde, ya murió. No siempre hay tiempo para todo, ese mismo tiempo, suele faltar. No saben que: no se puede violar una violación. Se podrá violar una ley, pero violar a una mujer. . . Violarla significa marcarla, marcarla mal. Marcas llevamos todos, pero ellas, la que algunas veces, ni siquiera, pueden denunciar, la llevan toda la vida. Les roban, su identidad, les roban, su intimidad. No es justo, vivir así. ¿Cuál es el punto, que separa, a un hombre de un animal? ¡El animal, es mucho mejor, que un violador! Y no son pocas las que denuncian, y la policía, salvo algunos casos, suele preguntar: ¿Con qué lo provocas? ¿Qué haces para ponerlo tan nervioso? Y ciento cincuenta mil pavadas más. ¿Cuántas no fueron escuchadas? Y al poco tiempo, sí fueron violadas. Miles de mujeres pelean por sus derechos, desde hace cientos años. Y gracias a ellas, avanzamos, pero todavía falta tanto. . . . . . . . . . .Es importante tratar de denunciar, hay Madres de Pañuelo Blanco,
que recorrieron el mundo buscando a sus hijos, los que no volvieron, ni volverán. Madres del Paco, que usan pañuelos negros, solo que las que sienten verguenza, por denunciar, su pañuelo es invisible, pero lo tienen puesto. La ronda la hacen en la misma Plaza, de las Madres del Pañuelo Blanco.
La violación es como una una droga grande. Pero cómo en este país, anda todo mal, hay gente que hace marchas para felicitar, a un violador, sea este, hombre o mujer.



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